lunes, 10 de diciembre de 2012

El camino. Miguel Delibes


El camino
Miguel Delibes

Seguramente, en la ciudad se pierde mucho el tiempo -pensaba el Mochuelo- y, a fin de cuentas, habrá quién, al cabo de catorce años de estudio no acierte a distinguir un rendajo de un jilguero o una boñiga de un cagajón. La vida era así de rara, absurda y caprichosa.


Reseña
Daniel, el Mochuelo, intuye a sus once años que su camino está en la aldea, junto a sus amigos, sus gentes y sus pájaros. Pero su padre quiere que vaya a la ciudad a estudiar el Bachillerato. A lo largo de la noche que precede a la partida, Daniel, insomne, evocará las correrías con sus amigos -Roque el Moñigo y Germán el Tiñoso- a través de los campos, descubriendo el cielo y la tierra, y revivirá las andanzas de la gente sencilla de la aldea.


Personajes principales
Daniel, el Mochuelo: Tiene 11 años y se va a ir a la ciudad al día siguiente, pues su padre, el quesero del pueblo donde vive, quiere que progrese.
Roque, el Moñigo: Es un chico muy fuerte y uno de los mejores amigos de Daniel.
Germán, el Tiñoso: Sabe mucho de pájaros y es bastante raro.


Autor
Escritor y periodista Miguel Delibes (1920) es considerado uno de los escritores españoles más importantes del S.XX.
Estudió Derecho y empezó muy joven a ejercer como periodista. En 1947 ganó con su primera novela, La sombra del ciprés es alargada, el Premio Nadal. A partir de ahí su carrera literaria se desarrolló jalonada de éxitos.
Fue propuesto en diversas ocasiones al Premio Nobel de Literatura, y recibió menciones tan importantes como el Príncipe de Asturias de las Letras o el Premio Cervantes.


Comentario
La calificación que le pongo a este libro es de un diez. Este libro me ha gustado de principio a fin, desde la primera página hasta la última. Cuando empecé a leerlo pensé que iba a ser un tostón de libro, aunque fuese muy reconocido, que solo lo habría leído el autor y su familia, y poco más. Pero, poco a poco, me fui interesando por el vocabulario y por la historia que explicaba, como era la vida en la Castilla interior, en los grandes y anchos valles. 
Durante la trama del libro, Daniel, el Mochuelo, recordará lo vivido en su pueblo natal, en le que le ocurren cosas buenas y malas, alegres y tristes, divertidas y extrañas. Daniel se irá haciendo preguntas y reflexiones muy interesantes que irá respondiendo a lo largo de su vida. 
Algo que caracteriza a este libro son los innumerables apodos de los personajes, que es algo que a mí me interesa. En este libro se relatan varios casamientos, que fueron de los sucesos más felices del libro, ya que predominan los tristes, el más trágico fue la muerte de Germán, el Tiñoso, debido a una mala caída, matando a una serpiente acuática en el monte. Una de las frases que recordaré será la siguiente:

Pero la herida de Roque, el Moñigo, era una esquirla de metralla. Se la produjo una bomba al estallar en el prado (pág. 99)

A Roque, el Moñigo, amigo de Daniel, le cayó una bomba encima y sobrevivió, increíble, ¿eh? 
Leyendo este libro he aprendido como era la vida antes. Por lo general no me siento identificado con ningún personaje, pero no me gustaría ser una de las Guindillas, por como las describen en el libro. En este libro hay fragmentos que me hacen sobresaltar de asco, pero por lo general, me ha hecho reflexionar pero también me han hecho sentirme bien. He tenido este libro durante años y siempre había querido leerlo, sobre todo por las buenas críticas que le habían hecho. Gracias a esta asignatura he podido leerlo y se lo agradezco. Yo, sin ninguna duda, recomiendo este libro a todo el mundo, pero he de advertir que es un libro difícil de leer. 
Siempre recordaré la frase final del libro: “Y al fin, lloró”. David Manuel Gómez. 2º ESO

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