viernes, 18 de octubre de 2013

Vida de un piojo llamado Matías. Fernando ARAMBURU
















Vida de un piojo llamado Matías
Fernando ARAMBURU
Ed.  Tusquets 


Sipnosis
Nacido en la nuca de un maquinista, Matías aprende desde sus primeros pasos que un piojo debe andar con los ojos bien abiertos. Enseguida tiene que hacer frente a las inundaciones jabonosas y las friegas con que la mano del gigante humano quiere expulsarlo, o buscar refugio ante un peine o el huracán de un secador. La vida de Matías es a su vez,  un homenaje a los clásicos de la picaresca y un relato lleno de humor. 

Autor:
Donostiarra, es autor de cuentos y novelas. Desde 1985 reside en la República Federal de Alemania, donde se dedicó durante largo tiempo a la docencia. Entretanto cayó el muro, como caen tantas cosas. Y hoy pulsa las teclas y no precisamente las del piano. Lo que más le gusta del fútbol es la literatura, o sea, el barro y el gol en el último minuto, la épica y la lírica. Leer +

1 comentario:

  1. COMENTARIO DEL CAPÍTULO 2

    Este comentario es del capítulo 2 del libro “Vida de un piojo llamado Matías”. Debe ser terrible vivir de esa forma, estar viviendo catástrofes naturales constantemente y estar siempre al borde de la muerte. Algo muy importante que creo que hay que destacar es ese cierto parentesco que tiene la mentalidad y forma de actuar del piojo a la de un humano, sobretodo en el momento en el que el agua empezó a caer de todas las direcciones y el dijo “De vez en cuando la corriente arranca un pelo de cuajo y se lo lleva”. Cada escena menos la última puede ser comparada a algún acontecimiento en la realidad, en la primera podria ser el equivalente a un tsunami y en la segunda a un huracán. Otra cosa importante que tengo que destacar es el comentario final en el que el piojo dice que aunque el peine no sea tan peligroso como el agua o el secador no debe ser subestimado, ese tipo de expresiones la usamos mucho las personas, y me sorprende que en este fragmento también halla sido usada. En conclusión, la mentalidad y forma de actuar del piojo es casi idéntica a la de un humano, solo que claramente, en diferentes contornos.

    David Landín Calvo 3ªB

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