Me llamo Lucas y no soy perro
Fernando DelgadoEd. Planeta
Sipnosis:
Lucas es un perro tremendamente inteligente que vive en el seno de una familia particular. Pero Lucas tiene un sueño: quiere ser un niño. Y lo que son las cosas, en la familia con la que vive hay un niño, al que llama hermano, que sí quiere ser perro. Por eso Lucas piensa que el mundo está muy mal repartido. Su apacible vida cambia cuando un día el padre le lleva a una gasolinera y lo abandona allí.
Original, sorprendente y tremendamente divertida.
Original, sorprendente y tremendamente divertida.
Autor:
"Siempre me gustaron los perros. De niño no pude tenerlos pues vivía con mi abuela y a ella lo que le gustaban eran los gatos. No me dejó nunca tener un perro".Fernando Delgado
Me llamo Lucas y no soy perro
ResponderEliminarFernando Delgado
Planeta
Escogí este libro porque me llamo la atención el título, entonces empecé a leer unas páginas y me enganché a la historia de este perro que no quiere ser perro, quiere ser niño; el niño que quiere ser perro, y todos los otros personajes muy curiosos que hay.
Este es un breve resumen: Lucas es un perro dificíl de olvidar. Tiene un sueño: convertirse en niño. Pero la peculiar familia con la que vive hay a la vez un niño que quiere ser perro. (...).
Sin conseguir explicárselo, naturalmente, la vida de perro de Lucas le permite experimentar el amor y el desamor, la compañía y la soledad, el buen trato y el malo, el confort y la pobreza. Y no sólo en su vida, llena de contrastes, sino en la de hombres y mujeres que lo rodean como silencioso observador de sus comportamientos en una historia llena de peripecias.
Toda una vida en ojos de un perro. "
En una escala del uno al diez le daría un nueve. Creo que hice muy bien en escoger este libro. Me fascina, no sólo por la manera de escribir del autor, sino también por la manera de describir los personajes y los escenarios de esta obra. Llama la atención la cantidad de dueños que a tenido este perro: un mendigo, un veterinario, un niño que cree que Lucas es un caballo, con la criada de la familia de este niño, con un conductor de ambulancia, con un tractorista, con una señora rica y, hasta en la perrera.
Mi parte favorita es:
" Si no fuera un perro ateo, que es lo que decía el abuelo Veremundo que era yo, (...), diría que espero ir al cielo para encontrarme con el único que sé que estará allí, (...): el mendigo del perro que espera a su perro amigo.
Seguro que me oye aullar y me está esperando."
Recomiendo este libro a cualquiera persona que quiera disfrutar de una obra sobre la verdadera amistad, la perseverancia, el esfuerzo, la superación y sobre todo, los sueños y la opinión de un perro
Alberto Rodrigo Torres Montes 2ºC Nº27